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Esta semana me mandaron un articulo muy interesante que se publico en el Expansión.com ( ENLACE )
En dicho articulo se aborda el tema de que cada profesional debe autodefinirse para valorar que en que campos puede desarrollarse con mayor ratio de efectividad, tanto personal como profesional.
Recuerdo con gran cariño y respeto a uno de mis últimos coachees que, tras casi treinta años en la misma empresa, se dió cuenta que lo que anhelaba era trabajar en algo totalmente distinto.
A día de hoy disfruta, como me recuerda cuando la vida nos invita a coincidir, de «la corbata colgada en el armario» y, en lugar de un glamoroso despacho, ahora es feliz organizando eventos de formación.
En dicho articulo se presenta la doble balanza «Provoca un claro riesgo: que las personas tomen conciencia de que las oportunidades y su desarrollo puedan estar fuera de la empresa. También provoca un enorme beneficio: la seguridad de contar con profesionales maduros y comprometidos, conscientes del valor de estar en su empresa.»
Creo, cuando un profesional analiza y desarrolla su marca personal, ello no necesariamente conlleva un peligro para la empresa donde actualmente realiza su trabajo. En todo caso se ve reforzada por el desarrollo de una de sus piezas clave: un trabajador.
No olvidemos que las empresas se constituyen de personas. Cuando mayor sea el desarrollo de las personas, mayor será el beneficio de la empresa.
Por otro lado … ¿ puede existir peligro para la empresa de quedarse sin un empleado?.
Seamos sinceros y realistas. Si el profesional está a disgusto y quiere desarrollarse, por mucho que la entidad se lo impida, tarde o temprano conseguirá su objetivo y, en ese preciso instante, se dará cuenta de que tiene que «colgar la corbata» y dedicarse a lo que realmente quiere.
Considero que las empresas deben de ser lo suficientemente inteligentes como para promover ese desarrollo del activo mas importante de su estructura: las personas.
Desarrollate … ¡¡¡ sin miedos ¡!!
Un abrazo,
Felipe García
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