A principios de Marzo tuve el enorme placer de acudir a un evento donde, como ponencia inaugural, todas las personas congregadas en la sala pudimos disfrutar de uno de los referentes: Sir John Whitmore.
No en vano está considerado como el padre del Coaching moderno.
En este articulo no quiero entrar a valorar las aptitudes profesionales de este grande del Coaching: creo que sobran las palabras, artículos, opiniones, etc … que se pueda encontrar en cualquier foro y/o entrevista.
Mi reflexión quiero que vaya mas alla: al fondo de la persona.
Recuerdo haber visto a John en varios eventos: de estos en los que ves al ponente en un escenario durante una hora y, tras la cual, ya no sabes nada mas de él.
Esta vez fue distinto …
Viernes .. [9:00] de la mañana … tras acreditarme en la entrada del evento, me dirijo al auditorio para comprobar los últimos detalles de mi presentación.
Reconozco que la presentación estaba mas que preparada y lo que siempre hago es pasar un nuevo test para controlar aquellos posibles inconvenientes de última hora.
También reconozco que, en el momento en el que entré en la sala y vi a John, mis preocupaciones por los últimos detalles quedaron en segundo plano.
La presencia que tiene John, la paz y tranquilidad que irradia, es brutal.
Con una sonrisa, que suele recordarte a alguien de tu familia muy querido, escucha tus palabras y, con un tono de voz grave, expulsa perlas de sabiduria fruto de grandes conocimientos y experiencias que, junto con años de aprendizaje, hacen de John una autentica fuente de información.
Recuerdo que, cuando empecé a probar el mando presentador con el que iba a gestionar las diapositivas, John se retiró a una sala donde, solamente con sus notas delante de él, repaso tu cuidada presentación.
Empieza el evento …
Presentan a John y todos los ojos se clavan en él. Su apariencia sencilla y humilde hace que, a los ojos de cualquier profano en la materia, pensemos que estamos ante alguien que poco, o nada, puede aportarnos.
Que equivocación …
John empieza con su discurso. Empiezan las sorpresas …
«Veo muchas personas con trajes y corbatas … » – la mezcla de su mirada directa y su honesta sonrisa hizo que algunos pensasemos en que hacer ( ¿ esconder mi corbata o sacar pecho para enseñarla ? ).
Tras un breve silencio siguió » … me gustaría compartir algo con vosotros».
«Cuando me encuentro en una charla o en un curso donde los asistentes están con corbatas, les ánimo a que se la quiten» – todos sonreimos.
«Yo nunca llevo corbata. Normalmente suelo ir cómodo con un polo y una chaqueta, por lo que me gusta hablar de igual a igual».
A medida que John iba hablando, mas de uno se encontraba incomodo.
«De hecho, estamos delante de corbatas jerarquizadas» … un momento, «corbatas jerarquizadas» … ¿ jerarquizadas?.
Siguieron las sorpresas …
«Sé que venis aquí para escucharme hablar sobre Coaching» … hasta aquí, perfecto !!
«El tema es que quiero hablaros de una preocupación que tengo y que quiero compartir con todos vosotros» … y, ahí … todo cambió.
Temas como la responsabilidad y la autoconsciencia hicieron que el discurso de John nos hiciese reflexionar sobre la actualidad empresarial y, sobretodo, con el camino que, entre todos, estamos construyendo.
Quizás fue un discurso muy critico con empresas como tabacaleras, bancos, etc …
Quizás no fuese un discurso politicamente correcto.
Quizás incomodó a alguien en la sala.
Quizás …
Por mi parte, BRAVO !!!
Un discurso basado en VALORES, donde compartió con tod@s nosotr@s las razones por las que, en su día a día, rechaza proyectos que están propuestos por y para entidades que han «ayudado» a llegar a una situación como la actual.
La verdad es que no es fácil encontrarte con un gran profesional a nivel internacional que, aún teniendo en cuenta que puede estar cerrándose grandes puertas, pone en valor sus GRANDES VALORES PERSONALES.
Alguien podrá decir «Ya, eso es fácil porque es John Whitmore y se lo puede permitir». Precisamente porque es quien es, quizás lo fácil sería haber hablado sobre lo que todo el mundo esperabamos que hablase y dejar de lado ciertas valoraciones que pueden cerrarle puertas.
Para mi, sin duda alguna, es un ejemplo de LIDERAZGO PERSONAL: no sólo cree en sus valores, sino que los defiende a capa y espada.
Lo dicho … John Whitmore: un tipo con grandes valores.
Un abrazo,
Felipe