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En algún momento en tu vida puede suceder que te preguntes … ¿qué estoy haciendo con mi vida? … ¿a dónde voy?.
También es cierto que puede ocurrir que nunca te lo preguntes, y eso no es malo ni mucho menos.
El caso es que puede surgir la pregunta en tu mente. A veces, las menos usuales, de una manera consciente y, en ese momento, te paras a reflexionar. En mi opinión, ésta es la menos frecuente ya que suele plantearse una vez que suceda algo distinto, lo cual quiero compartir contigo.
Estamos acostumbrados a correr .. y cada vez mas.
No nos han enseñado, y si es así, no hemos aprendido, a pensar hacia donde debemos de ir. Corremos, corremos y corremos … y no pensamos hacia donde vamos.
Las expectativas familiares, quizás las sociales … muchas son las causas por las que, día a día, corremos sin parar en esta carrera que le llamamos «vida». Otro día, otra semana, otro mes … «Qué rápido se me pasa el tiempo y parece que no hice nada!! «.
Puede ocurrir un momento en el que intuimos que algo no nos gusta de esta carrera o, quizás, hasta te planteas cual es la meta u objetivo a conseguir … «casi mejor que no te lo preguntes» – recuerdo que me dijo un antiguo jefe que tuve.
«Si llegas a preguntártelo y planteártelo, quizás empieces a dudar si tienes que correr o no … o si ésta es tu carrera » – me hizo pensar varios días seguidos.
Desde hace varios meses estoy haciendo un ejercicio consciente en mi día a día. Por mi trabajo, viajo mucho. Entre el coche y el avión anda la carrera, aunque si que es cierto que el primero es el que gana con diferencia.
Cuando estoy conduciendo he empezado a tomar consciencia de algo muy sencillo pero que, hasta ahora, se me había pasado totalmente desapercibido: la cantidad de tonalidades verdes de la flora que bordea la autopista.
Puede parecer una tontería pero … que gran cantidad de verdes !!!
¿Cuántas veces habré llegado a un destino sin haber «conducido» realmente? … seguro que muchas.
Este simple ejercicio ha hecho que creciera en mi la alegría por descubrir parte de mi camino, zonas que, seguramente, he pasado por delante mil veces pero, hasta ahora no me había fijado.
Es cuando estás en plena consciencia de lo que haces cuando te das la opción de conducir … hacia donde ??
Puede que el destino hacia donde vas ahora mismo no es el que realmente quieres para tu vida.
Puede que, una vez hayas elegido tu objetivo real, ese que tan feliz sabes que te hará cuando lo alcances, sepas que el camino que estás recorriendo ahora mismo no te lleva hacia él.
Puede que quieras tomar la próxima salida para reencaminar tu vida hacia tu meta.
Puede que …
Eso si, antes de plantearte todo ésto, preguntate … ¿quién conduce tu vida?.
Quizás la sociedad, quizás el entorno, quizás … ¿ que sucedería si condujeras tú?
¿A donde llegarías? ¿Qué harías de distinto?
Lo dicho … ¿quién conduce tu vida?
Un abrazo,
Felipe García
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