En toda sesión de Coaching uno de las puntos que se tratan son las barreras que impiden alcanzar un objetivo determinado.
Si bien es cierto que, a priori, cada uno de nosotros podemos tener claro los impedimentos ( “no tengo tiempo”, “ no tengo los conocimientos necesarios”, “no sé que hacer”, etc … ) es cuando, gracias al proceso de Coaching y sobretodo, y mas importante, gracias al compromiso y ganas que tenga el Coachee de trabajar en pos de su desarrollo y para alcanzar el objetivo, cuando empiezan a aflorar los verdaderos motivos.
Recuerdo hace unas semanas que estaba con una persona que estaba muy interesada en iniciar un proceso de Coaching. Me comentaba que quería alcanzar su objetivo, que le ponía interés y muchas ganas. Eso si, ya sabía cual era su problema y que, desde su punto de vista, no tenía solución alguna.
“Entonces estás en lo cierto” – le dije.
“¿Cómo?” – me respondió con cara de sorpresa.
“Hay un dicho que dice que “Creas que puedes hacerlo o bien creas que no puedes hacerlo, en ambos casos, tienes razón”. En tu caso tienes claro cual es tu impedimento y tienes claro que no puedes solucionarlo”.
Se quedó callada durante unos segundos con la boca semiabierta. Sinceramente creo que se esperaba esa respuesta pero, humildemente, es lo que pienso.
“Pero a mi me han dicho que el Coaching podría ayudarme a conseguir mi objetivo, y ahora tú me dices … ” – ahí se quedó con la misma cara de sorpresa que instantes anteriores.
“Lo único que te digo es que si tienes tan claro que no puedes solucionarlo, ni el Coaching ni ninguna otra herramienta van a poder ayudarte” – le contesté.
“¿Te puedo preguntar algo?” – pregunté.
“Por supuesto” – respondió con cara de curiosidad.
“¿En que crees que te puede ayudar el Coaching?”
Ya os adelanto que tardó casi un minuto en responder.
Ahí fue donde se inició una conversación que terminamos delante de un té en una cafetería próxima. Despues de varios minutos hablando, esa misma persona descubrió que, aunque tenia claro ciertos “inconvenientes”, habia otros impedimentos que realmente eran los que hacia que no se avanzase en pos de su objetivo.
De hecho, una vez que fue consciente de que ella misma era quien ponia esas barreras en su camino, de una manera inconsciente, aunque intencionada, fue cuando se planteó algo que suele ocurrir en un proceso de Coaching: el objetivo inicial no era, ni de lejos, SU objetivo real.
Es muy importante ser consciente de todo aquello que frena tu avance hacia tu objetivo, así como tomar conciencia de aquello que, sin darte cuenta, hace mas fuerza negativa.
En dicho momento, y gracias a tu compromiso y ganas por conseguir tu objetivo, serás totalmente capaz de avanzar … y a pasos gigantes.
Esto me recuerda a una metáfora que me contaron ya hace unos años y decía que puedes estar conduciendo toda tu vida. Incluso puedes ser un conductor de primera. Es mas, ¡¡¡ te encanta conducir !!!.
Eso si, si te tomas un tiempo para reflexionar y valorar tus avances, quizás … solo quizás … mires hacia abajo y …
¡¡¡ Verás que llevas el freno de mano puesto !!!
Entonces es cuando te darás cuenta de lo que te limita avanzar, te reduce tu velocidad y, siendo consciente y trabajando ( bajando ese freno de mano ) …. Zas ¡!!! El éxito está garantizado.
Ahora bien … ¿QUÉ TE IMPIDE CONSEGUIR TU OBJETIVO?
Un abrazo,
Felipe
