«Yo no sirvo para vender«, «a mi no me gusta vender«, … ¡Cuantas veces he escuchado esto!
Últimamente bastante más ya que, en los cursos de ventas, no sólo me encuentro con personas que quieren reciclar sus conocimientos en ventas sino que también vienen personas que, bien porque han creado una empresa, porque han cambiado de trabajo o por cualquiera otra razón, quieren adquirir y desarrollar habilidades de ventas.
Y, como suelo decir …»te guste o no, ya estás vendiendo«
Y más en el momento en que nos ha tocado vivir. Todo el mundo vende, consciente o inconscientemente. Es más, en el mundo de la empresa cada vez se fomenta más que toda persona, independientemente del departamento al que pertenezca, realice labores de venta.
Ah, ¿que no te gusta «vender»? … Pues te aseguro que, de alguna manera, lo transmites a tu cliente, a tu colaborador y/o a tu entorno. Y como no te gusta, transmites ese desagrado el cual, seguramente, se perciba por la otra persona. Eso si, puede percibir incomodidad, desconfianza … Algo raro ( eso es lo que le estas vendiendo !! ).
Lo importante es … ¿ por qué no te gusta vender?.
Comparto contigo una de las razones que, después de muchos años pateando mucha calle, defendiendo algún que otro mostrador ( el primero el de la tienda de mis papas con 8 años … el delito ha prescrito por lo que me siento totalmente libre para decirlo ), y no solo formando comerciales sino acompañándolos en su día a día, me han enseñado que es lo que impide a muchas personas a desarrollarse en el apasionante mundo de las ventas.
Para mi es una consecuencia de la «educastración» ( siempre digo que un día patentare la palabra y no lo doy hecho 🙂 ).
La palabra «vendedor», o sus primos hermanos «comercial», » asesor comercial” o incluso el “account manager», se han ido desprestigiando con los años.
Antiguamente el «viajante» era una persona que iba de pueblo en pueblo mostrando un catálogo de productos. Era una persona respetable, normalmente con gran conocimiento sobre su producto y, sobretodo con grandes habilidades para las relaciones personales
Hoy, el ser «comercial» parece casi un insulto.
Muchos han sido las personas que me han entregado el CV de una persona diciéndome «es que no encuentra trabajo de nada, así que a ver si lo fichan de comercial» o «seguro que de comercial la contratan ya que los requisitos son nulos «.
Ahí está el origen del problema. Como durante muchos años el umbral de entrada para ser comercial en algunas empresas ha sido muy bajo y unido a la falta de formación especifica, todo ello quizás como consecuencia del alto nivel de rotación que existen en ciertos sectores, tenemos a una fuerza comercial con una calidad muy baja.
Y quiero dejar claro que no estoy atacando a nadie, y menos a las personas que se buscan la vida para pagarse su alquiler, la comida de los niños o cualquier otra necesidad, para lo que se hacen comercial.
Y la consecuencia, ¿ sabes cual es ?. Pues directamente que, dado que la calidad profesional o formativa de esas personas que se han dedicado a vender es tan baja, se ha asociado en la mente inconsciente de todos diversos calificativos al término «vender». Véase «engañar», «meterla doblada», … o, como he leído en varios temarios de programas formativos ( ésto si que tiene delito ) «persuadir», «disuadir», «seducir», etc …
Claro, y ahora tu que tienes que vender, por cualquier razón, resulta que «no me gusta» o «no sirvo».
¿Por qué ?
Efectivamente!!! … porque en tu subconsciente estás asociando el vender a acciones con las que te sientes incomod@ y que, si tienes otra elección, jamás te gustará realizar. Lógico !!
Ahora bien, y ¿ qué pasaría si asociásemos acciones como «compartir», «ayudar», «contribuir» a la palabra «VENDER»?.
Pues eso es lo que llevan asociado e grabado a fuego los grandes vendedores. Aquell@s profesionales de la venta a los que prácticamente no tienen que salir a la calle para recibir pedidos, llamadas de clientes pidiéndoles información o consejo, etc …
Sé que todo esto que te cuento te puede parecer surrealista, ¿verdad?
También me lo parecía a mi cuando usaba técnicas de cierre en 30 segundos y cosas así … vaya etapa para aprender lo que no hacer si quieres un cliente de verdad !!
Te aseguro que cuando cambias tu significado sobre las ventas y, no sólo lo cambias, si no que lo vives, lo sientes y actuas en base a ello … TODO CAMBIA.
Eso si, eres TÚ quien decide con que cara de las «ventas» quedarse.
Con cual te quedas?
Un abrazo,
Felipe García