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Más de una vez he hablado sobre lo importante de identificar y concretar un objetivo a conseguir.
En las sesiones de Coaching es vital este punto ya que, de no cumplirse, el tiempo empleado a posterior no sería invertido sino gastado … e incluso me atrevería a decir que, malgastado.
Como me gusta poner ejemplos prácticos o cotidianos, para ejemplificar lo expuesto, me permito el contaros algo que he aprendido hace unos meses.
Hace mas de 15 años que conduzco … me encanta conducir.
Además mi trabajo hace que tenga que viajar mucho y dentro de ese “mucho” hay una gran parte que es en coche. Por lo que el placer de conducir es algo que disfruto casi a diario.
Si tuviese que decir un punto a mejorar en dicho placer, de cara a que ya sea perfecto es, sin duda alguna, … la cantidad de dinero que me gasto en combustible ¡!!!
Recuerdo que, cuando compré mi coche, una de las características que tuve en cuenta fue el gasto en combustible.
Todos sabemos que los datos que se mencionan en los catálogos son orientativos, en condiciones ideales, etc …
Bueno, el tema es que a medida que iba haciendo kilómetros, mi coche no cumplía, ni por asomo con lo “establecido”. Por mucho que iba al concesionario, siempre me decían lo mismo “será que lo subes de revoluciones”, “no lo aceleres tanto mientras que está frio”, ….
Al poco tiempo descubrí la razón por la que consumía tanto.
¿Cómo lo averigüe? … pues precisamente descubriendo como, un amigo mio, con el mismo modelo del coche casi duplicaba la cantidad de kilómetros hechos con un mismo depósito y en similares condiciones de carretera y demás factores.
Comparando lo que él hacia versus mis acciones, observé que:
- Yo iba mucho mas rápido ( no necesariamente sobrepasando los límites de velocidad pero si que mi modo de conducir era agresiva )
- Tomaba decisiones de ruta una vez estaba en marcha, algo que, en bastantes ocasiones, me ha llevado a cambiar de ruta ( y hacer alguno que otro kilometro de mas )
- En autopista no me gustaba que nadie me adelantara con lo que, con sólo ver un coche por mi retrovisor, aceleraba como si no hubiese mañana.
En resumen, iba mas rápido y, muchas veces, sin sentido alguno.
¿Qué cambié?
- Planifiqué mi objetivo a donde quería llegar
- Calculé el tiempo que me iba a llevar alcanzar mi meta
- Me permití el tiempo de “saborear” aún mas el placer de conducir, ver los paisajes, etc …
- También me permití el NO ahorrarme diez minutos ( porque no te ahorras mas ) en llegar antes que nadie
Ya sé que esto puede parecer un anuncio de la Dirección General de Tráfico .. pero no ¡!! … es mi experiencia.
Aprendí a concretar mi objetivo ( lugar, horario, descansos, etc … ) y ello, inevitablemente, me ayudó en muchos aspectos.
Incluso ahorro mucho dinero en combustible ¡!!
Lo mismo pasa con todos nuestros objetivos personales. Si no se identifican y se detallan, existe grandes probabilidades de que estés corriendo de un lado para otro, ni siquiera veas por donde vas ni lo que estás haciendo … y gastas el doble de energías ¡!!
Y tú, ¿ Gastas o inviertes en conseguir tu objetivo ?
Un abrazo,
Felipe
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