Últimamente tengo la enorme suerte de participar en algunos proyectos dirigidos a personas emprendedoras.
En un evento al que acudí hace unos días me encontré con un grupo muy inquieto de personas emprendedoras.
Con muchas ganas de aportar, contribuir y, sobretodo, con mucha pasión por lo que hacen.
Me habían invitado al evento para hablar de uno de los temas que me apasiona: las ventas.
La intención era aportar mi experiencia y visión en ventas y compartir mis recomendaciones para toda persona que está empezando con su proyecto profesional.
Bueno, antes de nada, cuando recibí el email con la propuesta, y lo digo con la mano en el corazón, pensé que se habían equivocado de ponente.
Aunque llevo ligado desde muy pequeño al mundo de las ventas, para nada me considero un gurú ni referente en el área. He probado muchas cosas: en algunas he acertado y en otras me he equivocado de pleno … pero de ahí a ser referencia …
Bueno el tema es que la charla se desarrolló con normalidad aunque, al mirar a cierta parte del foro, detecté ciertas miradas que comunicaban … incomodidad.
En el turno de preguntas, precisamente las mas ácidas vinieron de ese sector.
Al finalizar el evento, y mientras que tomaba una infusión, se acercaron todas las personas que componían el sector «ácido».
» Felipe, ¿ podemos hablar contigo? » – su mirada era totalmente distinta a la que había visto antes.
» Queremos comentarte algo que consideramos importante decirte » – me dijo mientras señalaba al resto del grupo con su mirada. Eran un total de siete personas.
» Estamos totalmente de acuerdo contigo en que saber vender es necesario para generar negocio y proyectos … » – su voz se silenció paulatinamente.
« ¿ Y ? » – contesté mientras mi mirada buscaba mas información como si fuese un gato curioso.
« Pues que … » – parecía que se iba a silenciar otra vez – » ¿ sabes qué ?, soy emprendedor … y no quiero vender «.
Un sensación de alivio recorrió su cara dibujando de nuevo sus rasgos faciales.
« No me gusta, mejor dicho, no nos gusta vender» – ahí empezó a hablar rápido – » nos dijeron que viniésemos a escucharte y que, si podíamos, hablásemos contigo «.
» Antes de nada, GRACIAS por haber venido a escucharme y, mas aún, por venir a hablar conmigo » – les respondí – » ¿ os puedo hacer una pregunta ? … es pura curiosidad la que tengo «.
Sus caras mostraban signos de sorpresa al tiempo que se inclinaban sus cuerpos hacia mi como si de un imán se tratase.
«Si sois emprendedores, entiendo que tenéis un proyecto que queréis compartir, servicios que ofrecer, etc … , ¿ verdad ?«
Todos asintieron con la cabeza, casi al unísono mientras se escuchaba un débil «si«.
«Ahora viene mi curiosidad: ¿ cómo vais a hacerlo si no queréis vender? «.
Una de las habilidades que considero básicas para cualquier persona emprendedora es, sin duda alguna, saber vender ( con lo que ello significa para mi ).
Es más, en cualquier empresa ya se hace necesario que CUALQUIER persona, independientemente del cargo que ocupe ( y aquí meto a TODO el personal que figure en nómina de la empresa ), venda los servicios de la empresa.
Si que es cierto que puede haber unas personas que se dediquen exclusivamente a esta función: se le llaman comerciales.
Ahora bien, ello no exime a que Pepe, que pertenece al departamento de administración de la empresa, también lo haga. Porque Pepe en algún momento se podrá encontrar a una persona que, precisamente, está buscando una empresa que ofrezca los servicios que, mira tu por donde, también los aporta la empresa donde trabaja Pepe.
El tener unas nociones básica de como vender es fundamental ( lo gracioso es que, ya te lo adelanto, TOD@S ya sabemos vender …lo llevamos en nuestro ADN: te lo contaré en otro artículo 😀 ).
Si aún por encima eres emprendedor@, es decir, tienes tu propia empresa o proyecto … debes considerarlo como una OBLIGACIÓN»
» Estamos pensando en externalizar la parte comercial y queremos saber tu opinión» – me preguntó otra de las personas del grupo.
Externalizar las funciones comerciales es frecuentes en muchas empresas. Por ponerte un ejemplo, en el mundo de las telecomunicaciones es normal que se cuente con equipos comerciales externos que complementen, o sustituyen, al equipo interno.
Nadie mejor que tú es capaz de describir tu producto, nadie mejor que tú es capaz de compartir los beneficios de tu servicio … nadie mejor que tú»
Ésta es la razón por la que, aún teniendo equipos externos, muchas empresas cuenta con equipo internos que, normalmente, son los que se ocupan de los clientes o proyectos estratégicos o de mayor volumen.
En cualquier caso, equipo interno o externo, siempre hay una persona que se ocupa de supervisarlo. Y esa persona pertenece a la empresa.
Es decir, en el caso de que quieras externalizar las funciones comerciales por la razón que fuere, SIEMPRE tendrás que supervisar, coordinar o gestionar a ese grupo.
De lo contrario es como si dejases tu proyecto en manos de alguien que ni lo conoce. En dicho caso, te doy un consejo: cierra la empresa. Lo único que conseguirás es gastarte mucho dinero y no tendrás control sobre lo que se dice, habla o negocia de tu servicio.
Por ello, ¿ eres emprendedor ? … ¿ no sabes vender ? … ¿ quieres mi consejo ?
APRENDE YA !!!
Un abrazo,
Felipe García